sábado, 5 de octubre de 2013

Descubriendo el agua tibia

Ah!, la revolución energética!!!

En las etapas al campo, en el preuniversitario, en la beca de F y 3ra... en todos esos sitios en que vivíamos de manera obligatoria, era un sueño o un privilegio bañarse con agua caliente. Algún padre hacía aquel artilugio de las laticas de leche condensada para calentar el cubo, pero estaban tan perseguidas (al menos en el IPVCE de Pinar) que era preferible usar el agua fría, helada. En F y 3ra ni siquiera teníamos agua (vivía en el piso 12 y tenía que subir los cubos por la escalera), o bombillos con que alumbrarnos en la sala. En casa, el calentador de agua casero casi electrocuta a mi hermano al quedarse enganchado en el "catao". Desde ese episodio, nunca más osé encender aquella ducha. Ayyy!, ¡así que la revolución energética!!!

En uno de esos tantos discursos dirigidos a los estudiantes en el Aula Magna, Castro habla de la revolución energética que por el 2004 empieza a atormentar su envejecida capacidad de planificación y que, como se lee en este artículo de Diario de Cuba ha sido un descalabro, al cabo de una década.
En un fragmento de aquel discurso en el Aula Magna, Castro dialoga con los estudiantes en busca de, como diría con ironía, "la ciudadana ideal": esa que nunca cocinó con hornilla eléctrica hecha por merolicos, o usó calentadores de agua caseros, o ventiladores hechos con el motor de la Aurika. Esa ciudadana que en el colmo de su corrección no mandaría a "enrollar" ilegalmente el motor del refrigerador si se rompiese...
En otras palabras, la que se podía morir de frío, sed, calor, y hambre, porque precisamente creando artilugios de este tipo es que se podía mejorar un poco la calidad de vida en ese país a espaldas de la tecnología.

Este fragmento que copio es una joya de cinismo... Interroga a los estudiantes como si fuera un Sócrates desvergonzado que saca a la luz las miserias de un país tecnológicamente disfuncional (algo provocado por él mismo), que gracias a la inventiva callejera logra paliar la falta de electrodomésticos, piezas de repuesto, bombillas eficientes... Especialista en virar la tortilla, en hacer responsable y culpable al que no es...


"Yo estoy seguro de que puedo hacer una pregunta y ustedes la van a responder. Levanten la mano todos aquellos que no usan agua tibia en agosto para bañarse. Sí, pero con toda honradez. Cuidado, no se confundan.
-Bien, ¿tú nunca has usado agua tibia? (Una joven le dice que no.)
-¿Y en invierno? (Le dice que no.) Te felicito. Formas parte, aproximadamente, del 10% de la población.
-¿Tú sí, en invierno? (Un joven dice que sí.) Mira, ¡que tú eres un hombre serio! (Risas). Mira, que yo les he preguntado a otras personas, no así como aquí, a los estudiantes, a compañeras trabajadoras, y les he pedido que levanten la mano la que no la usaba.¿Saben qué día? El día de mi cumpleaños, 13 de agosto, a 10 de ellas les pregunté cuál no calentaba el agua para bañarse y de las 10 ninguna pudo levantar la mano. Eso es para bañarse, hay también para que el agua esté limpia, hay también por el niño, en verano. Un día de frío de esos, yo quiero ver cuál de ustedes se baña sin agua tibia (Risas).
¿Y ustedes saben lo que hacen los becados y lo que hacen con las laticas para calentar agua?¿Ustedes lo saben? (Exclamaciones.) ¡Ah!, ¿y por qué no averiguan cuánta electricidad gastan? Te lo puedo decir, te puedo decir que hay procedimientos para calentar el agua que significan un gasto de hasta cuarenta veces más energía, ¡cuarenta veces!

Díganme, honradamente, ¿ninguno de ustedes ha usado jamás en la casa el fluido eléctrico con una hornilla artesanal cuando se acabó el gas? No hablo de los que tienen el gas de la calle, ese es el más económico, ese no debe tocarse. De los que cocinan con gas líquido o queroseno, ¿ninguno de ustedes jamás usó una hornilla rústica para cocinar algo? Levanten la mano los que nunca la hayan usado.
A ver, ¿quién está aquí? Aquel que la levantó. Miren a ver, investiguen a aquel, caballero, quizás no veo muy bien, deja ver.

De verdad, levanten la mano quién no la ha usado. Una. Levántate, muchachita. Por favor, ven aquí. Sí, tú la que levantó la mano, tú misma, levántate. Ven, por favor. Fíjate, responde mi pregunta, ¿tú no estás diciendo nada que no sea verdad? (Le dice que no.) Tú nunca has usado eso. ¿Dónde tú vives?(Plantea que en un campo, en Santa María.)
-¿Hay electricidad? (Le dice que sí.)
Quería ver LA CIUDADANA IDEAL, la que nunca utilizó una olla eléctrica rústica.

Dime una cosa, ¿alguna vez sentiste calor allí? Dime otra cosa: tú tienes ventilador, porque allí seguramente hay mosquitos, ¿verdad? ¿Qué tipo de ventilador tú tienes? ¿Cuál es el motor de tu ventilador, Aurika? (Risas.) (Dice que no, que es un Sanyo de motor eléctrico eficiente).
Tú eres hija de agricultores, ¿verdad? (Expresa que sí.)
¿Pero tú no vendes nada en el mercado ese? (Risas). Es honrada, ella tiene un poquito más de recursos.
¿Tú no tienes ningún bombillo incandescente? (Dice que sí.)
¿Cuántos?¿De qué tamaño?¿De cuántos watts? (Manifiesta que tiene dos de 60 watts.)
¿Ves bien con ellos?(Dice que sí.)
¿Cuántas horas los mantienes encendido al día?(Expresa que unas cuantas horas.)
A diez y tanto, vamos a calcular seis horas. Doce y cuatro, 16 horas; por 60 son 960 watts.En vez de gastar 960 watts, vas a recibir 2 bombillos de luz fría que gastarán 7 watts cada uno trabajando 12 y 4 horas; 16 por 7 igual a 112 watts y más luz.
¿Tú quieres hacerle un regalito al país?¿Tú quieres? Estoy seguro de que sí. ¿Tú vives allí? Yo no le he querido preguntar, pero ya, resuelto el problema.Te voy a decir cuánto tú vas a darle al país muy pronto, desde mañana si quieres.
Enrique, envíales dos bombillos de 7 watts, si quieres de 15 o de 20, van a ver más que lo que ven con el incandescente y menos ladrones se van a acercar allí.El gasto de esos dos bombillitos de 7 watts, ya yo tengo la cuenta aquí sacada, es de 112 watts, que lo resto de los 960 que gastan hoy los incandescentes:960 menos 112 igual a 858 watts, multiplicado por 365 días al año, si no es bisiesto, son 313, 170 watts, dividido entre 1 000 son 313,17 kilowatts, multiplicado por 15 centavos, su costo de producción en divisas arroja 46 dólares 97 centavos.
Muchas gracias de antemano, tú le vas a regalar al país —espérate, no te vayas—, del pago que tiene que hacer ahora, puesto que tú le vas a regalar a Cuba 12,7 centavos cada día, en 100 días tú le vas a regalar 12,7 dólares, y este próximo año tú nos vas a regalar a todos nosotros 46,45 dólares, para comprar un poco más de frijoles o cualquier otra cosa —exacto, te voy a decir, y no es un impuesto, y vas a ver con más claridad—, nos vas a obsequiar a todos, con el simple cambio de dos bombillos, 46,45 dólares; no te vamos a cobrar nada ni a ti ni a otros por los dos bombillos, duran cinco veces más que los incandescentes y son más frescos, tendrás que usar menos el ventilador Sanyo que tú tienes.

¿De qué están hablando ustedes?¿De qué se están riendo? (Le muestran el techo del Aula Magna con gran número de pequeños bombillos incandescentes.)
¡Ah! No, yo estoy dispuesto a pagar algo para que los mantengan ahí, están muy bonitos. Eso no es un derroche, se trata de un decorado tradicional e histórico y, además, aquí no hay actos todos los días a todas horas, y, en cualquier caso, el culpable soy yo, porque ha estado encendida esta instalación todo el tiempo que he permanecido en esta tribuna.
Bien, muchísimas gracias.
(Se dirige a otra joven de Ciego de Avila)

Una pregunta: ¿Hay refrigerador en tu casa?(Le dice que está roto.)
¿Está roto?¿No le pusieron la junta ni el termostato?(Aclara que sí.)
¿Y por qué se volvió a romper?(Expresa que la máquina se quemó.)
Se quemó la máquina.¿Cuándo?(Aclara que hace un tiempo.)
¿Qué marca es? (Dice que es ruso.)
Ruso, Minsk, o fabricado con motores rusos, INPUD, de allá de Santa Clara y rota, el gasto tuyo sí que era mucho más que el de los bombillos esos.
No hay que conocer mucho para saber que el tuyo roto, Minsk, gasta muchísima electricidad. ¿No te acuerdas? Debe haber estado gastando alrededor de 300 watts por hora, tú sí que acababas con la república, porque ese solo refrigerador defectuoso debía gastar unos siete kilowatts diarios.Si en vez de ese tienes uno nuevo, que gasta menos de 40 watts por hora, tú podías estar —te voy a decir lo que estarías ahorrando, voy a tratar, voy a calcularle nada más que 200 watts por hora—gastando 4,8 kilowatts al día.Aprendan a multiplicar, porque ustedes van a tener que hacer eso (Saca cuentas).Ella, a 15 centavos el kilowatt, nos va a regalar 15 y 15, 30 y 30, unos 72 centavos diarios.Ella va a tener su refrigerador.Vamos a anotarla, Enrique. ¿No tienes ninguno ahora? (Plantea que lo están arreglando.)

¿De dónde vas a sacar la maquinita esa, dime?(Aclara que lo van a enrollar.)
Espérate, vamos a elevarle como el 30%, porque esos motores enrollados son un desastre.Enrique, ¿los enrollados cuánto gastan? Eso es lo que han hecho muchas personas, se les rompió el motor, no tenían otra solución, no se les puede culpar a ellas. (...)Antes de seis meses vas a tener un refrigerador que no gastará más de 40 watts por hora."

1 comentario:

  1. ¡Hola! Este blog es un banquete, lo he descubierto gracias a InCubadora, qué bien. Lo del diálogo socrático, descático no tiene nombre. ¿Y cómo era el brete de las laticas calentadores? Saludos desde Taos, Nuevo México...

    ResponderEliminar